Modelo

Modelo Educativo


APRENDER A CONOCER


Este primer pilar de la educación hace referencia a que cada persona aprende a comprender el mundo que le rodea para vivir con dignidad y desarrollando todas sus capacidades; es decir, mediante este pilar, niños y niñas empiezan a adquirir los elementos para iniciar el conocimiento. Aquí se desarrollan ciertos aspectos, como por ejemplo:

  • Estimular el sentido crítico: con ello niños y niñas podrán cuestionar y dar su opinión según su propio criterio.
  • Despertar la curiosidad intelectual: la curiosidad es una característica del desarrollo infantil, en este sentido se busca que en niños y niñas nazcan las ganas de investigar y que encuentren placer en ello.
  •  Ejercitar la memoria: niños y niñas deben nutrirse con todo tipo de experiencias que les permitan desarrollar su pensamiento.

Autonomía en la toma de decisiones: niños y niñas deben tener experiencias y actividades donde puedan ejercitar su autonomía.

APRENDER A HACER

Aprender haciendo, el segundo pilar de la educación, permite recordar que cuando somos niños o niñas aprendemos manipulando, actuando, ya que al hacer una observación o manipulación nuestros órganos sensores (los sentidos) mandan los impulsos originados al córtex cerebral [1] y se crea nuestra imagen del mundo. A partir de esto también se empiezan a hacer predicciones sobre su funcionamiento.

El mejor aprendizaje no vendrá de encontrar las mejores formas para que el profesor o la profesora instruya, sino de dar a niños y niñas las mejores oportunidades para que descubran cómo hacer las cosas o cómo se hacen. Esto ocurre cuando los y las estudiantes están comprometidos en la construcción de un producto significativo, de tal manera que involucrándose y probando sus ideas construyen las estructuras de su conocimiento.

Cuando los niños y niñas manipulan y realizan prototipos, están probando sus ideas, haciendo conjeturas y conexiones entre ellas y reorganizándolas; en resumen, están construyendo las estructuras del conocimiento.

Los niños y niñas aprenden jugando, aprenden creando, aprenden en grupo. Por medio de estos tres tipos de actividades, ellos y ellas pueden poner en práctica el “aprender haciendo”.

APRENDER A VIVIR JUNTOS Y A CONVIVIR CON LOS DEMÁS


Respecto a este tercer pilar de la educación, Jacques Delors (1996) señala:
“La idea de convivir con las y los demás es un instrumento entre varios para combatir los prejuicios que impiden la concertación. De esta manera, parecería adecuado que la educación se diera a dos niveles; en un primer nivel, en el descubrimiento gradual del otro; en un segundo nivel, en la participación de trabajos en común, con un método de solución de conflictos presentes. Descubrir al otro u otra tiene una doble misión, una es enseñar la diversidad de la especie humana, la otra contribuir a una toma de conciencia de las semejanzas y la interdependencia entre todos los seres humanos; ello teniendo en cuenta que el descubrimiento del otro pasa forzosamente por el descubrimiento de uno mismo o una misma”
Esto quiere decir que hay que aprender a vivir junto con los demás en una cultura de paz, respetando los derechos de los otros y, sobre todo, respetando toda forma de vida sobre el planeta.
Para poder tener una convivencia pacífica, para interactuar y conocer a los demás y para lograr trabajar por objetivos comunes, es importante desarrollar una serie de valores y actitudes, como los siguientes:

  • Desarrollo del autoconocimiento y la autoestima. Es una tarea que los niños y niñas deben emprender desde la primera infancia.
  • Desarrollo de la empatía. La empatía se refiere a la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Aquí es importante que los niños y niñas tengan la oportunidad de iniciarse en la empatía, si bien no se adquiere en esta etapa, pero sí se sientan las bases para su desarrollo.
  • Resolución de conflictos sin violencia. Niños y niñas deben ejercitarse en la resolución de conflictos haciendo uso del diálogo y el respeto al otro.
  • Cooperación. Aprenden a compartir y trabajar en equipo por un bien común, disfrutando de las metas alcanzadas en grupo.
  • Tolerancia a las diferencias. El objetivo es que niños y niñas se puedan reconocer como diferentes en sus características personales pero como iguales en derechos.

APRENDER A SER

El último pilar de la educación se refiere al aprender a ser. La educación debe contribuir al desarrollo integral de cada persona. Cada persona es una unidad, es decir, tiene un cuerpo, una mente, una sensibilidad y un sentido estético, también responsabilidad individual y espiritualidad.

La educación debe permitir que cada persona desarrolle y nutra un pensamiento crítico, de juicio propio, desde el cual le sea posible determinar por sí misma qué debe hacer en las diferentes circunstancias de la vida. Es decir, se busca que la persona sea libre, autónoma.

El aprender a ser va a permitir que la persona desarrolle aspectos tales como:

  • Pensamiento crítico. Para llegar a él, se debe ejercitar desde la infancia y brindar oportunidades para que niños y niñas puedan ponerlo en práctica y elaborar juicios propios, es decir, adquieran autonomía.
  • Libertad de pensamientos, sentimientos y acciones. Niños y niñas deben aprender desde pequeños a asumir responsabilidad sobre su ser respecto a lo que piensan, siente y hacen.
  • Creatividad e innovación. Necesitan tener espacios en los cuales se les permita explorar su capacidad creadora e innovadora.
  • Búsqueda del bien común. Esto implica que los niños y las niñas se respeten a sí mismos y respeten al otro y que aprendan a actuar con justicia, solidaridad y actitud de servicio.

Filosofía Humanista y Constructivista.-

Propender y consolidar al educando de ser hombre a convertirse en persona

Filosofía Humanista.- Esta teoría está centrada en la persona, para hacer de ella un ser integral, con valores y principios claramente definidos. 

Filosofía Constructivista.-  Esta teoría propone que el aprendizaje se adquiere por medio de un proceso individual de la construcción del conocimiento. O sea, que cada persona aprende por sí mismo, construyendo entendimiento y conocimiento por medio de su propia percepción del mundo.

Las escuelas constructivistas se caracterizan por:

  • El rol del maestro como facilitador, y no como impositor del conocimiento
  • La responsabilidad del alumno por involucrarse en el proceso del aprendizaje
  • La postulación de preguntas en vez de respuestas fijas
  • La investigación
  • El trabajo en equipo
  • La exposición, por parte de los alumnos, de sus descubrimientos y conclusiones
  • La práctica diaria del pensamiento crítico para buscar la verdad

En una escuela constructivista no caben los métodos tradicionales de tomar apuntes por dictado o memorizar guías de estudio. Los alumnos necesitan plantear sus propias preguntas, tomar posesión de sus propias conclusiones y defender su punto de vista con pruebas válidas.

Método Británico



Educación con equidad.-
“Dar más a quien más necesita”

  • Grupos Reducidos
  • Tratamiento especializado enfocado a reconocer e impulsar talentos y habilidades únicas de cada alumno
  • Seguimiento del proceso personal